Es por ello que los negocios necesitan establecer estrategias eficientes en el manejo de sus inventarios y ajustes de precios, para garantizar su supervivencia en el mercado. En este artículo podrá encontrar algunas recomendaciones sobre cómo fijar precios en un entorno de incertidumbre desde la perspectiva de los minoristas.
Básicamente, estas empresas enfrentan dos problemas esenciales al ajustar precios en este entorno: i) aumentos cortos, que dejan sus precios muy por debajo de sus competidores y no les permitan reponer inventarios; ii) aumentos largos, que dejan sus precios muy por encima de sus competidores y pierdan ingresos por una caída en sus niveles de ventas.
Ante esta situación es necesario adoptar una política de precios que evada estos dos extremos; sin embargo, la primera estrategia mencionada anteriormente es la que más se debe evitar. Es necesario hacer seguimiento a los precios de sus competidores y sus sustitutos más cercanos, así como también adoptar una medida de inflación como referencia para los aumentos de precios. Para ello un buen indicador puede ser el Índice de Precios al Consumidor de Econométrica (IPC-E)
En lo que respecta al manejo de inventarios en hiperinflación, se debe procurar tener inventarios de alta rotación que generen la mayor cantidad de flujo de caja que permita sobrellevar el proceso hiperinflacionario. Además, la valuación de los mismos debería estar basada en el sistema PEPS (primero en entrar, primero en salir) en vez de UEPS (último en entrar, primero en salir), de este modo el costo de reposición disminuye y se asegura la rentabilidad de las operaciones.
